REFLEXIÓN BLOQUE 3

¿Qué he aprendido en este bloque?  Bueno en el caso de los comedores escolares, he recordado. Hace años trabajé como jefa de residencia en una residencia de  estudiantes  y la normativa sobre comedores escolares, y la confección de los menús, no era nada nuevo para mi. Ya entonces pude comprobar que la laxitud con que se trata la alimentación de nuestros niños en algunos comedores escolares, es permitida y en muchos casos potenciada de forma secundaria, por las instituciones que debían velar porque esto no sucediera, dando en ocasiones las contratas de comedores a empresas, cuya único fin es ganar dinero, pasando a un segundísimo plano la correcta alimentación de los niños.
En cuanto a la parte de la actividad física, nada nuevo, ya todos sabemos que hay que realizarla, en mi caso ese es el problema, soy muy vaga y nada amante de ella, aunque en mi descargo he de decir que lo estoy intentando, con relativo éxito.
La aplicación con el alumnado, se me hace difícil, ya que no tengo docencia directa, pero se me ocurre, que se puede tratar con ellos de que confeccionen menús equilibrados, y que traten en la medida de lo posible, de llevarlos a la práctica en sus domicilios, si ello es posible. Así como enseñarles en base a menús escolares a planificar cenas.
Un punto y aparte merece el tema del alcohol y el tabaco, problemas que muchos de nuestros jóvenes, tienen. Mi escasa experiencia me dice que charlas informativas al respecto, sobre los perjuicios que les ocasionan, no son muy efectivas, aunque no creo que por ello debamos de dejar de realizarlas, algo siempre queda. Pero creo que implementar esas charlas con tareas relacionadas con la nutrición y con investigaciones al respecto hechas por ellos, quizá ayuden a concienciarlos más en lo nocivo y peligroso de esos consumos.
No creo que debamos darnos por vencidos, la continua información y el trabajo en ese aspecto, creo que son las únicas formas de que cada vez se consuma alcohol de forma más moderada, y se abandone el consumo de tabaco.